Volver a poner los pies sobre tierra...
En 1800, 85% de la población francesa se alimentaba ella misma, y hacia vivir los otros 15%. Hoy en dia, la agricultura representa un 3,6% de la población activa. Dentro de 20 años, seremos 2%. Esta actividad es enteramente sometida a los intereses de la industria química, agro-alimenticia y la grande distribución, envenena los suelos, empobrece la biodiversidad, consume masivamente energía a efecto invernadero, agota las reservas de agua, y pone en peligro la existencia de un gran numero de especies vegetales y animales (de las cuales la nuestra) en el tercio-mundo y aquí mismo. Los OGM y las nanotecnologías (el uso de chips sobre los animales es solo el inicio...) van acrecer considerablemente el poder de un puñado de multinacionales intocables sobre el viviente.
Casi todo en nuestro ámbito, educación, cultura, modos de consumo y de vida, nos aleja del conocimiento concreto y la práctica de aquellos gestos fundamentales que consisten en alimentarnos, vestirnos, amarnos, construírnos un techo, hacer la fiesta... El trabajo es parcelario, la vida atomizada, artificializada, y nos hemos vuelto en una población fuera de suelo en este grande hypermercado donde todo esta bajo control, con algunos islotes de Disneyland que todavía llamamos la tierra...
Frente a tal situación podemos serrar los ojos, confiar en la ?Ciencia?, no mirar los irreparables daños al escala del planeta, no decirse que el final anunciado del petróleo va a provocar, además de estas explosiones guerreras que ya estallaron en medio-oriente y en otras partes, catástrofes en série en una agricultura totalmente dependiente de esta enérgia, y de la bolsa. Tambien podemos lamentarnos, como hacemos tan a menudo ante los avances tremendos de indústrias mortíferas en nuestro cotidiano... ?no paramos el progreso ! Pues, es tan práctico...?
Tambien podemos empezar de reaccionar, intentar volver a poner los pies, hasta las manos sobre esta tierra. Jovenes ( a veces menos jovenes) búscan en instalarse para ser campesin@s. Se construyen redes de comprador@s, intercambios sin intermediari@s. Jardines colectivos empiezan a florecer. Urban@s intentan reapropiarse, por lo menos en parte, esta cuestión vital de la alimentación. Es que frente a la especulación sobre el precio de la tierra, a la transformación de las granjas de nuestros campos en residencias para ciudadan@s dinerad@s de Europa del Norte, se hace urgente la reacción.
Se organizan respuestas colectivas a la crucial cuestión del acceso a la tierra (como los GFA de Martre de Bel Air a Penne, en el Tarn, o el de la Ruche).Otras iniciativas son en marcha, como el recompro de La Tierra, en el Lot a Livernon. Han sido puestas en pie lo que llaman ?tontinas?, que de hecho son la organización de prestamos sin interéses entre particulares. Constituyen el mientras que de intentos que se multiplican en las ciudades, frente a la especulación de la industria de la construcción, para permitir un acceso digno a la vivienda para tod@s.
Derecho de uso contra propiedad privada, autonomía, respeto y justicia contra dependencia, irresponsabilidad y submisión, tales son los valores que poco a poco se destacan de estos movimientos.
Para hacer conocer mejor estas aventuras, un grupo de relevo se constituyó en Toulouse. Se propone sensibilizar l@s habitantes de nuestra aglomeración mediante proyecciones, encuentros y debates, y permitir a individu@s, grupos y asociaciones interesad@s en tomar parte en estos proyectos (es decir una parte activa y responsable)...
Es seguramente solo un inicio....